CARDO MARIANO

 


 CARDO MARIANO| Silybum marianum

El cardo mariano, originario de Europa, recibe diferentes nombres como cardancho, cardo borde, cardo borriquero, cardo de santa María, cardo lechal, cardo lechero, cardo manchado, entre otros.

Es una planta bianual que puede alcanzar hasta casi dos metros de altura.

Sus hojas son lampiñas y alabeadas, con manchas blancas y lobuladas, con contorno espinoso. Las flores del cardo mariano son color púrpura intenso, brácteas grandes y curvas.

En cuanto a sus frutos son delgados, lisos, jaspeados y con pelos caedizos que les permite llegar muy lejos llevados por el viento.

La recolección de las hojas y los capítulos florales del cardo mariano se inicia en mayo o junio y las raíces y semillas a principios de otoño, antes de que estas últimas sean esparcidas por el viento.

Es una planta de fácil cultivo e incluso se puede encontrar al borde de los caminos, al pie de las paredes de casas abandonadas, o en cualquier otro lugar no muy lejano de los habitados por el hombre.

El cardo mariano es comestible, ya que, con sus hojas jóvenes, se pueden preparar ensaladas, o simplemente se rehogan. Las semillas tostadas se consideraban un buen sustituto del café.

El Cardo Mariano, como planta terapéutica, actúa como reconstituyente de la célula hepática y protector hepático. También conocido como Cardo Lechal.

Carece en absoluto de toxicidad y de efectos secundarios.

Su fruto contiene silibina, silcristina y silidianina, tres sustancias que forman un complejo hepatoprotector conocido como silimarina. Ésta actúa directamente sobre las células del hígado, regenerándolas y combatiendo las sustancias hepatotóxicas (alcohol y otros tóxicos de origen alimentario).

Se recomienda utilizar como preventivo en casos de consumo de alcohol y también al día siguiente de los excesos.

Otras propiedades terapéuticas

• Para acompañar un tratamiento de obesidad o celulitis, pues ayuda a procesar las toxinas conjuntamente con la grasa, contribuyendo al adelgazamiento.

• Para dolores articulares, reuma, ciática, artritis, artrosis, gota: afecciones en las que se acumulan toxinas en las articulaciones que deben ser eliminadas estimulando el buen funcionamiento del riñon y del hígado.

• En el tratamiento de enfermedades que destruyen la célula hepática, como hepatitis y cirrosis.

Preparación y usos del Cardo Mariano:

• En infusión: a razón de una cucharadita de semillas por cada taza de agua hirviendo. Dejar reposar de 10 a 20 minutos. Tomar tres tazas por día, a la mañana en ayunas, media hora antes de las comidas y por la noche antes de ir a dormir.

• En tintura madre: es una forma práctica. Se toman 30 gotas en un poco de agua de dos a tres veces por día.

Remedios naturales con el cardo mariano

Para casos de hemorragias y menstruaciones demasiado abundantes: Verter 1 cucharada de semilla de cardo mariano molida en una taza de agua que esté hirviendo. Retirar del fuego y reposar por 10 minutos. Tomar 1 taza cada hora hasta que ver mejoría.

Para la cicatrización de llagas y úlceras cutáneas: Hervir, durante 10 minutos, 30 g de hojas secas de cardo mariano en un litro de agua. Después de ese tiempo, retirar de fuego y dejar refrescar. Empapar un paño de algodón con esta preparación y aplicar sobre la zona afectada. Se puede también lavar el área con esta preparación.

Para tonificar los vasos sanguíneos: Verter 5 g de hojas desecadas y otros 5 g de raíces, previamente lavadas, en un litro de agua hirviendo. Apagar el fuego y dejar reposar durante 3 minutos. Colar y endulzar. Tomar tres tazas al día.

Para los mareos causados por viajes: Verter 5 g de hojas desecadas y otros 5 g de semillas en un litro de agua hirviendo. Apagar el fuego y dejar reposar durante 5 minutos. Colar y endulzar. Tomar una taza antes de emprender un viaje.

Para la hipotensión: Verter 2 cucharadas de hojas secas de cardo mariano en una taza de agua fría. Llevar a ebullición y mantenerlo así durante 3 minutos. Colar y tomar una taza cada hora hasta lograr mejoría.

Para descongestionar el hígado: Verter 100 g de semillas en un litro de agua fría. Dejar macerar durante 15 min y llevar a ebullición otros 3 minutos. Retirar el fuego y dejar reposar 10 minutos. Colar y endulzar. Tomar tres tazas al día.

Para desintoxicar el hígado: Comer las hojas crudas en ensalada o bien hervidas como si fueran una verdura común.

 

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